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Historia del Imperio Romano
Por Rafael Fernández Reina
rafafernandez
Don Calixto Doval Amarelle

Notario de profesión, llega a Puente Genil en los finales de los años 40 donde había sido destinado como notario de la villa. Desde su llegada conecto con la idiosincrasia de nuestro pueblo y fue partícipe activo de cada uno de los eventos que se celebraban por aquella época en nuestra tierra.   

Portavoz honorario del Imperio Romano desde el día 1 de marzo de 1954, desde su llegada a Puente Genil sintonizo perfectamente con nuestras costumbres, siendo requerido para numerosas intervenciones tanto orales como escritas. D Calixto, participaba activamente en los juegos florales que se celebraban en aquella época en nuestra localidad, escribía asiduamente en la revista más seguida de la época, “Industria y Comercio”, sus artículos terminó enviándolos desde San Sebastián donde por imperativos de la vida, como a él le gustaba decir, fue trasladado a los comienzos de los años sesenta para ejercer su profesión de notario en ese nuevo destino, en esos artículos se podía apreciar la nostalgia por la lejanía y la distancia de la “MANANTA” como llamaba a nuestra Semana Santa.

Fue nombrado por la Agrupación de Cofradías, “Manantero Ejemplar” de la Semana Santa de Puente Genil el año 1972, siendo el segundo nombramiento de un manantero, después de que es instituyera dicho galardón el año 1971, con Doña Matilde Jiménez Cejas, y delante de Don Carlos Melgar Morales manantero ejemplar del año 1973.

Vinculado a la Cofradía de la Humildad a través de hermanos del Cirio y del Imperio Romano de los que aprendió a venerar y honrar la bendita imagen del SEÑOR DE LA HUMILDAD, al que alumbraba cada año incluso después de su traslado a San Sebastián, acudía fielmente cada Miércoles Santo a acompañar al Señor de la Humildad por la calle de Puente Genil hasta que fue llamado al altísimo en 1983.

Para dar a conocer un poco más la figura de este ilustre Notario y Manantero de adopción, he querido transcribir las palabras que como portavoz del Imperio Romano dedicó en el almuerzo oficial del día del amor fraterno en el cuartel del Imperio Romano el año 1970, hecho anhelado por todos en la corporación y escuchado cada año con un respetuoso y silencio, siendo la parte central de la comida de cada Jueves Santo en aquella época.

Las palabras de don Calixto son actualmente lo que actualmente denominamos en el Imperio la “Exaltación del Jueves Santo” y que tras él han exaltado hermanos como Francisco Moyano Reina, Manuel Reina Gómez, así como los más recientes, Jesús Gálvez Silva, Luis Felipe Cejas Estepa, Agustín Moyano Carmona, Alejandro González Torres y Manuel Márquez Muñoz entre otros.

Palabras del día del amor fraterno en el Imperio Romano, Jueves Santo 1970

Calixto Dovall Amarelle. Portavoz

Cuando un hombre acepta un cargo, tiene primeramente que cumplir los deberes que este cargo comporta, antes de poder ejercitar los derechos que lleva consigo. Yo fui honrado con el nombramiento de portavoz oficial del Imperio Romano y ya que acepte el encargo, ya que en mi despacho de San Sebastián en el extremo norte de España figura en el segundo lugar preferente el pergamino que lo acredita, y los romanos comprenderán porque figura en el segundo lugar preferente, el primero lo ocupa el Señor de la Humildad, pues es necesario que yo cumpla los deberes que impone el ser portavoz oficial del Imperio Romano, mientras tuve la suerte de vivir entre vosotros, en aquellos años felices que yo pase en La Puente, cuando empezó mi madurez, era muy fácil ser portavoz oficial del Imperio Romano, yo iba viviendo con vosotros los mil acontecimientos de la vida diaria, esos pequeños acontecimientos que muchas veces pasan desapercibidos aunque tengan una gran trascendencia y que es necesario resaltar con hacer el resumen del año, con pasar en esta comida oficial del Jueves Santo un repaso a los acontecimientos que había vivido a lo largo del año, creo que estaba cumplido lo que me imponía el ser portavoz oficial del Imperio, pero desgraciadamente son ya muchos años, los que me tuve que separar de vosotros y entonces es más difícil poder cumplir mí misión y tengo que en vez de ser verdadero portavoz, ser un penitente ante vosotros, confesar ante vosotros mi estado de ánimo y mi intimidad, como lo haría ante mí mismo si hablara yo solo, ¿porque vengo yo, como decía vuestro presidente, desde mil kilómetros de distancia a acompañar al Señor de la Humildad y a vivir entre vosotros?

No es solo por recordar aquellos años, como os decía, que pase en la Puente y que para mí se cuentan entre los más felices de mi existencia, no es solo por encontrar a aquellos amigos entrañables que yo conseguí adquirir en La Puente, porque la satisfacción de encontrar estos amigos va mezclada desgraciadamente con el dolor de pensar en los que faltan, son ya muchos años y desgraciadamente muchos buenos amigos que ya no nos pueden acompañar, no tengo porque nombra a cada uno, habría omisiones imperdonables, y en todos vosotros sabéis quienes eran mis amigos que ya nos acompañarán desde el cielo, pero no los podemos ver físicamente.

Es que, en este Puente Genil, que es el corazón de Andalucía y por consiguiente la más pura y más fina expresión de la misma, se dan cita todas las virtudes andaluzas, que Andalucía como la tierra que ha dado abrigo a las más nobles civilizaciones que pasaron por la tierra, desde aquellas antigua de los Tartessos, de las que apenas quedan unas leyendas y unos mitos, pasando por los Fenicios, los Griegos, los Romanos, no hablemos nada de los Árabes, los Visigodos, todas las grandes civilizaciones que han pasado por el mundo, han encontrado abrigo en esta Andalucía, y por eso Andalucía está de vueltas de todas las cosas que puede pensarse y saben muy bien que esto que hoy azota al mundo del modernismo, no todo lo moderno es bueno y no hay por qué hacer las cosas simplemente porque no las hicieran nuestros padres, nuestros padres hacían muchas cosas que vale la pena conservar.

Y este espíritu este concepto de la vida, este saber vivir, que pone por encima de las cosas materiales, las cosas del espíritus y que da la mayor importancia a convivir con los amigos y a tomarse unas copas con ellas, es lo que vengo yo a encontrar en Puente Genil, como el que todos los años, hace una cura de agua o hace cualquier otro tratamiento médico que le permite conseguir un año más. Esto es lo que yo vengo a buscar a Puente Genil y hasta ahora, gracias a Dios, lo encuentro siempre, por eso quiero venir a Puente Genil, ya que no pueda más, porque la vida moderna nos impone una premura de tiempo que todos lamentamos, puedo acompañar al Señor de la Humildad y venir hasta esta comida de los Romanos y gritar con todos los pulmones VIVA EL IMPERIO ROMANO.

NO es una cosa subjetiva y mía es encontrar estas virtudes en el Imperio Romano, os voy alerta unos versos, de un señor que no es pinta es, pero que tuvo la suerte de venir a conoceros y tuvo que reflejar sus impresiones en estos versos un poco improvisados y que dicen así.

 Influjo de cuatro provincias

Que son como cuatro naciones

De Granada la fantasía

De Málaga brisa y canciones

De Sevilla alegría y simpatía

De Córdoba toreros y pintores

Y también tienes tu paradoja

De las cascadas del Genil

Donde nacen los infiernos de Loja

Que más quieres Puente Genil

Si tienes todo los que se te antoja

España, crisol de razas y pasiones

Puente Genil, jardín donde se abren los corazones

Este es el pueblo de mis buenos amigos

Este es el pueblo que para mí fue desconocido

De vuestro pueblo, la dulzura, de mis amigos, sus amarguras

Después de hoy, Viva Puente Genil y nuestra virgen de la Soledad

Vivan los romanos y Nuestro Señor de la Humildad

Vivan los romanos y la verdadera amistad

Manuel Mates Aguilar

Ya en su destino de San Sebastián el día 30 de octubre de 1980 sufrió la terrible perdida de su hijo Juan de Dios Doval asesinado por la banda terrorista ETA, cuando había tomado su automóvil para dirigirse a su trabajo en la facultad de Derecho. Desde entonces su vida cambio, perdió su jovialidad y su ilusión, testigos de ello algunos hermanos del Imperio Romano que tras visitarlo en San Sebastián, detectaron su cambio, Don Calixto fue llamado ante el altísimo el día 14 de marzo de 1983 a los 74 años de edad. Un Gran Manantero y un extraordinario portavoz de nuestra Semana Santa.

Hº Rafael Fernández Reina
Archivero Consultor del Imperio Romano

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