Nuestra Corporación fue fundada en 1.952, sin embargo las figuras que la componen son anteriores a esta fecha. Según el recordado F. Luque Estrada (q.e.p.d) su origen está en el año 1.894, siendo vendidas en unión de otras dos figuras conocidas como “La Verdad” a un particular de la vecina localidad de Moriles en el año 1.930, desapareciendo de las procesiones de nuestro pueblo hasta la fundación mencionada.

No obstante no existe constancia escrita de estos hechos por lo que no podemos contrastar esta información. La primera prueba escrita de la existencia de nuestras figuras la tenemos en el guión de Semana Santa escrito por Miguel Romero en 1.911, en el que aparecen reflejadas las figuras de la “Adúltera” y la “Samaritana” en la procesión del Viernes Santo.

Esto nos hace pensar que efectivamente estas figuras y posiblemente también la del “Fariseo” aparecieron en los años finales del siglo XIX y que su participación en las procesiones sufriera altibajos hasta su desaparición completa en 1.930.

La Corporación fue refundada en Córdoba (peculiaridad entre las Corporaciones de Puente Genil) en 1.952. Ricardo Molina fue su primer Presidente, elaborándose unos estatutos y reglamentos de juntas y acogiéndose al “Terrible” y bajo el manto protector de Mª Stma. de la Soledad. Tras la disolución de esta Corporación, en aquellos años de gran crisis en la Semana Santa de nuestro pueblo, en 1.975 pasa a ser de los actuales hermanitos, bajo el paraguas de la Cofradía del Cristo de la Misericordia y Mª Stma del Mayor Dolor..

 3º sábado cuaresmal (cultos de nuestros Santísimos Titulares),

Domingo de Ramos, Miércoles Santo (sorteo de figuras introduciendo las papeletas en el pozo de Jacob) y Viernes Santo (estación de penitencia).

Es costumbre de la Corporación depositar en el martirio (Pozo de la Samaritana), las papeletas para el sorteo de los turnos de figura que se realiza el Miércoles Santo durante el almuerzo.

Acontecimientos importantes:

MUJER ADÚLTERA: Estando Jesús enseñando en el Templo los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?» Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra». E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» Ella respondió: «Nadie, Señor». Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más». Martirio: una serpiente sobre su cabeza mordiendo una moneda, símbolo de la lujuria, y las manos sujetas por unas esposas, símbolo de su condena.

SAMARITANA: Mujer de Sicar, ciudad de Samaria, que dio de beber a Jesús agua del pozo de Jacob cuando se encontraba sediento y fatigado. En este encuentro, aparentemente casual, el Señor busca la conversión de esa mujer. Martirio: el pozo de Jacob

FARISEO: Entre los judíos, miembro de una secta que afectaba rigor y austeridad, pero en realidad eludía los preceptos de la ley y, sobre todo, su espíritu. Los fariseos llegaron a ser una secta poderosa y respetable. Se hicieron nacionalistas intransigentes en política y formalmente apegados a la ley y a las reglas del código sacerdotal en religión. Creyéndose a si mismos lo mejor de la nación, ellos mismos se separaban de la masa común del pueblo por su exacta observancia de la ley y por la fe de que su tradición oral procedía, como la ley, de Moisés. Como ejemplo de algunos fariseos tenemos al apóstol Pablo, antes de su conversión, Nicodemo, José de Arimatea y Gamaiel.