Desde los tiempos del Maestro Medina a estos momentos de esplendor, cientos de hombres han dejado en los ámbitos de Puente Genil, el sonido de sus corazones, para alabar al Terrible y a todos nuestros Santos Tutelares.  Esta es, a grandes rasgos, su historia, que ellos han grabado en partituras de oro, con notas color tabaco, en los cielos de La Puente.

La importancia de la música instrumental de la Semana Santa de Puente Genil la ha tenido la Banda Municipal, aunque uno de los elementos diferenciadores más importantes, en lo referente a la Pasión de Cristo, es el Grupo de Música del Imperio Romano, el cual cada año, compone y estrena nuevos pasodobles desde hace ya más de 100 años. Teniendo constancia del pasodoble “Torre del Oro” de 1885 de López Juarranz.

La centenaria corporación del Imperio Romano -como la define Carlos Delgado Álvarez de Soromayor- que llena de luz y color los desfiles procesionales de jueves y viernes santo, sábado de Gloria y Domingo de Resurrección, no sería lo mismo sin su música.

Todo esto nos lleva a catalogarla como la música autóctona de la Semana Santa de Puente Genil, cuyas marchas y pasodobles romanos, nos identifica en cualquier rincón del mundo. Todo ello sin menospreciar a nuevas composiciones, que ya no tienen el sello tan característico de nuestra tradicional Semana Santa, que van tomando fuerza. 

El Grupo de Música, aunque parezca hoy exiguo, no lo era entonces, por ser su número proporcional a las Escuadras que desfilaban y, por tanto, el sonido de su música llegaba clara y perceptible hasta el último Romano. Sin ser alumnos de Conservatorio (inaccesible a los músicos de Pueblo), recibieron excelente enseñanza musical de los Maestros, don Miguel Gant y don Rafael de la Torre, ambos magníficos Directores de Banda, virtuosos concertistas de violín, violoncelo, etc., y geniales compositores de música instrumental y vocal, parte de la cual aún se interpreta actualmente, por su singular belleza y popularidad, así como de Tomas Ureña o Manuel Castillo.

De tales Maestros, salieron estos magníficos músicos, en su conjunto. Unos descollaron más que otros, pero todos poseían una sensibilidad exquisita para el sonido y afinación.

En 1972 se estrena, la Escuadra Tabaco, en ella se integran a los componentes del Grupo de Música y que, junto a las Escuadras Grana, Azul, Verde, Cardenal y Oro, se le ha definido como la columna vertebral de la Semana Santa.

Si a esta Corporación se la ha definido como la columna vertebral de la Semana Santa, la música de su Escuadra Tabaco es el sentimiento que la emociona en el Cuartel y la energía que la mueve en los Desfiles. Las melodías que interpretan son aceptadas unánimemente como un patrimonio cultural del Pueblo de Puente Genil.

Pertenecer a la Escuadra tabaco, reviste una gran responsabilidad y supone amar al Imperio Romano, el dominio de un instrumento musical y poner su entusiasta interpretación al servicio de la Corporación, en las ocasiones que se establezcan.

La música del Imperio Romano, a pesar de que sus orígenes provengan de influencias y modas, foráneas, ha tomado señas de identidad propias en Puente Genil. Es en nuestro pueblo, donde se ha creado un estilo propio, gracias a hombres que han compuesto pasodobles y marchas, para mayor gloria de Dios y su Madre. Todo esto me lleva a catalogarla, como la música autóctona de la Semana Santa de Puente Genil, cuyas marchas y pasodobles romanos, nos identifica en cualquier rincón del mundo.

La música de su Escuadra Tabaco es el sentimiento que emociona a los hermanos en el cuartel y la energía que los mueve en los desfiles. Las melodías que interpretan son aceptadas unánimemente como un patrimonio cultural del pueblo de Puente Genil. Pertenecer a la Escuadra Tabaco reviste una gran responsabilidad, y supone amar al Imperio Romano, el dominio magistral de un instrumento musical y poner su entusiasta interpretación al servicio de la Corporación en las ocasiones que se establezcan.

Hº Rafael Fernández Reina
Archivero Consultor del Imperio Romano