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La Saeta Cuartelera por Miguel Martín Flores

La Saeta Cuartelera

por Miguel Martín Flores

¿Qué es la Saeta?

 Según el Diccionario de Autoridades de 1791, la Saeta es una copla breve y sentenciosa, que para excitar a la devoción y a la penitencia, se cantaba en las Iglesias o en las calles durante ciertas solemnidades religiosas.

 La Real academia de la Lengua no concedió la definición de Saeta, en su sentido religioso, hasta el año 1803, en la cuarta edición del Diccionario y en su definición se indica lo siguiente:

 Saeta: Modalidad del cante flamenco de motivo religioso cuyo origen y vinculación a la Semana Santa no está del todo definida. Lo probable es que sus formas iniciales fueran adaptaciones de las antiguas salmodias litúrgicas, dentro del mundo expresivo de las tonás; en este caso, su más inmediato antecedente histórico sería el pregón. Actualmente se conocen dos clases de saetas, las relacionadas con la Toná y con la seguiriya, respectivamente. Existe una inmensa riqueza de Saetas de muy diferente música y forma. Lo que ocurre, es que solo son conocidas algunas de ellas, las más efectistas de cara al gran público, y por esa razón del impacto que causa en la muchedumbre.

 La Saeta es el cante andaluz más exaltado y glorificado por los poetas de todos los tiempos, ya los grandes autores y poetas, los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero, decían:

 Es la saeta canción,

Que hacia el cielo se levanta

Un grito en el corazón

Que al pasar por la garganta

Se convierte en oración

 La saeta es mas

La saeta es todo

Es trepidación, es ansia

Gratitud, amor, espíritu

Sollozo, rima, nostalgia,

Ruego, adoración, plegaria

Copla sutil o robusta

A los cielos elevados,

Suplica, duelo, inquietud

Cantar que anestesia y calma,

Es…… La emoción andaluza

Que hasta cuando llora…..canta.

 ¿Por qué se llama Saeta?.

Nuestro Paisano, el prestigioso flamencólogo y poeta Ricardo Molina, uno de los más eminentes intelectuales que han estudiado el flamenco, dijo: “que se desconocen la razón por la cual se llama saeta a las coplas cantadas ante los “Pasos”; si bien reconoce al mismo tiempo que quien se lo puso, bien las bautizó, y aseguró que está tan estrechamente unida con las procesiones andaluzas de Semana Santa que no se concebirían estas sin aquellas.

 ¿Cuál es el origen de la Saeta?

Según los eruditos, no es fácil poder delimitar cual es el origen de la saeta. Por un lado nos dicen que son rapsodias populares de los mismos evangelios, pero hemos de insistir que la saeta no es solo recuerdo de los pasajes de la pasión del Señor, sino que en multitud de ocasiones, es ferviente oración para hablar con el mismo Cristo o Santísima Madre.

 Cuando Jesús se encontró

Con su madre soberana,

De esta manera le habló

Donde vas rosa temprana,

Transida tu de dolor

 Sobre su origen, nada se puede afirmar con absoluto rigor; unos creen que su origen es árabe, otros que judío y una inmensa mayoría creen que su origen es cristiano.

 La creencia más generalizada es que los padres franciscanos, allá por los siglos 17 y 18, ya las cantaban en forma de coplillas o bien las recitaban por las calles en sus misiones o en sus procesiones penitenciales, esas Saetas se llamaban Saetas penetrantes y están escritas en cuartetos o quintillas, que es la métrica usual de las actuales saetas.

 Recibistes el bofetón

Fuiste de pedro negado,

De loco fuistes vestido,

A muerte vil sentenciado.

 También existían otras saetas que se llamaban del pecado Mortal y que se cantaban en las novenas de ánimas y eran saetas de verso breve con aviso moral. Sirvan de ejemplo los recogidos de Fray Diego de Valencia en 1741. 

Quien perdona a su enemigo

A Dios gana por amigo.

———-

Como se piensa salvar

Quien no quiere confesar

——–

De parte de dios te aviso

Que trates de confesarte

Si no quieres condenarte.

 Existen algunos historiadores en la creencia de su origen árabe, pero hemos de incidir más bien en su ascendencia judaica.

 La ascendencia judaica, dado su carácter de canto llano, se puede considerar como Saeta Antigua, que usaban en las liturgias que ellos celebraban en las Sinagogas y que es evidente su analogía, con los cantos judaicos-bizantinos y con los sones salmódiales de las sinagogas.

 Pero las saetas penetrantes de los padres franciscanos en sus misiones, es donde se fija el cuerpo melódico de lo que se llega a llamar Saeta Vieja y que se mantuvo hasta finales del siglo 19 y principios del 20.

 Esta Saeta vieja es la que da origen a todas las demás, es como el alma, como el espíritu mismo de la Semana Santa, es oración, catequesis del pueblo al aire libre, en plena calle.

 Hay quienes aseguran que el primer antecedente musical de la saeta llana o primitiva está en los pregones litúrgicos o evangélicos, que se cantaban en el siglo 16 y 17 en ciertos pueblos andaluces. Es sabido que la iglesia en todos los tiempos ha adoptado la música popular, adaptándola a la liturgia o narrativa, piensan quienes se han ocupado de su estudio, que no son sino trozos de antiguos romances, algunas cuyas estrofas, por la belleza de su pensamiento y la brillantez de su forma, ha perdurado en la memoria del pueblo.

Hasta nosotros ha llegado, a través de nuestro padre, que nos la cantó a mi hermano Antonio y a mi, una especie de pregón evangélico, que seguramente se utilizaba para la enseñanza del evangelio, y que tiene trazos de saeta cuartelera, dice así:

 Estando Jesús en el huerto

Llego la chusma a prenderlo

Pedro saco la espada

Y tirándole a un sayón

Una oreja le cortaba.

 Entonces el soberano

Usando de su poder

Cogió la oreja en la mano,

Volviéndosela a poner

Quedándose bueno y sano.

 La propia saeta que hasta nosotros ha llegado con el nombre de Saeta Antigua, es de suponer que haya sufrido transformaciones, tanto en el transcurso del tiempo, como en cada zona o localidad donde se interpretaban, conservamos transcripciones musicales muy parecidas entre si, cuya melodía monótona y simple, atestiguan su antigüedad, podemos afirmar que existe un entronque o trilogía entre los pueblos de arcos de la Frontera, Marchena y Puente Genil

 También tienen cierto parentesco con las saetas de Marchena, la de Santería de Lucena (alcantarilla), la Samaritana de Castro del Río y las del Prendimiento de Cabra. (esta última casi extinguida)

 En uno de los viajes a Madrid, conocimos a un hombre ya mayor, que se llamaba Manuel Zapata (ya fallecido) de Arcos de la Frontera, interpretando la Saeta Antigua y que a pesar de sus años, lo hacía con limpieza de estilo y facultades.

 A la Saeta de Manuel Zapata le encontré gran similitud con la de nuestro paisano José Bedmar “Seco Padre”.

 Bien, pasando ya a nuestra provincia, diremos que en córdoba capital se conserva la saeta antigua, merced a una genial interprete: María Zamorano Ruiz “Maria la Telagona”, que junto a otro cantaor Pepe Lora, ambos ya fallecidos, supieron y conservar a las nuevas generaciones el encanto de la Saeta antigua. Gracias a estos cantaores y muchos más, de un tiempo a esta parte, somos testigos de que ha vuelto el cultivo de la saeta clásica, esto es, la saeta llana y sencilla, la del pueblo.

 La saeta antigua ha estado mucho tiempo comparada con la flamenca y se resentía de “poquita cosa”, se perdió un poco su uso y cultivo. Hoy se ha recuperado totalmente hasta codearse con la flamenca. Como ejemplo, diremos la grabación de nuestros paisanos: Rufino Rivas, Juan Lavado y Julián Estrada, en obra “Más que pasión” intercalan saetas flamencas con las saetas cuarteleras

 Bien, ya es hora de hablar de Puente Genil, y de su saeta autóctona, la Saeta Cuartelera. Puente Genil por ser un pueblo relativamente moderno, se da como fecha hipotética de creación del mismo el año 1.300, no tenía, como otros pueblos,  problemas inquisitoriales de judaizantes, de ahí que sus saetas, si se acepta la teoría que exponíamos al principio, al tratar del origen de las mismas, sean musicalmente distintas de las de otros pueblos más viejos.

 Hasta nuestros días han llegado totalmente vivas, llenas de plena vigencia actual dos grandes grupos de saetas eminentemente características de Puente Genil.

 Saetas Coreadas y Saetas Cuarteleras

 La saetas coreadas son las más antiguas, las más arcaicas. Hay constancia documental en  la Cofradía de nuestro Padre Jesús Nazareno, que ya en los años 1638, 1639 y 1647 aparece una partida en la que se especifica que era para cantaores, por tanto, no es muy aventurado decir, que ya en aquellos años se cantaban saetas coreadas. De este tipo, existen en la actualidad tres muy conocidas popularmente por el primer verso de la copla:

 “LA SANGRE PURA BROTABA”, “ALONDRAS Y RUISEÑORES” Y “VIVA JESÚS NAZARENO”

 La Saeta Cuartelera, según Juan Ortega, es una variante de la Saeta Vieja en sus formas primarias, apreciándose en ella sus peculiares tercios arcaicos de melodía plana, seca, cortante y varonil, sin gorgoritos ni arabescos. Con el tiempo ha ido evolucionando, engrandeciéndose por aportaciones personales, haciéndose más lírica, más artística, aún dentro de la estricta pureza. Son saetas de cuatro o cinco versos que narran versículos de los Evangelios, que son las que mayormente se cantan en los Apóstoles, aunque pueden ser: Explicativas, afectivas, etc.

 En un principio, no hace muchos años, la Saeta antigua de Puente Genil, se cantaba por un solo cantaor. Y es por los años de 1922, cuando los hermanos Manoliyo y Juan Hierro, integrados primero en la Corporación de los Ataos y posteriormente en los Apóstoles, modifican la saeta vieja, en el sentido de cantar cada uno un tercio, creando así la saeta dialogada, la Saeta Cuartelera.

 Donde vas tu Juas malvado

Enreoso y embustero

Tu vendistes al señor.

Solo por treinta dineros.

 La Saeta cuartelera, con el transcurso del tiempo y por las espacialísimas condiciones de cada uno de sus interpretes, ha evolucionado en pos de una rítmica melodía propia que se conserva en toda su primitiva pureza en el cuartel de los Apóstoles; pureza que se refleja no solo en su parte melodial, sino también en las letras de las mismas.

 Cuando Jesús proponía

Reunir a su apostolado

Para celebrar su cena

Miro a un lao con gran pena,

Y vio a judas en pecado.

Fue tan grande el éxito que consiguieron los Hnos. Hierro con el diálogo saetero que hoy no se concibe otra forma de interpretarla. La renovada saeta cuartelera que en nuestra corporación tiene la más prístina representación, es hasta si se quiere, simplista en su armonía, como cante antiguo que es, y su mayor sugestión radica en su sencillez tonal que la aleja de complicadas madejas de variaciones melódicas preciosistas que “adornan” a otros estilos.

 Actualmente, el armazón musical de la saeta cuartelera, se conserva en su raíz, pero la forma externa adquiere distintos matices, de unas corporaciones a otras; y es porque en cada una de ellas imperan y prevalecen las cualidades artísticas de un determinado miembro de la misma, y así, se conocen con el estilo de: El Pelicano, la Judea, los Profetas, Babilonios, etc., etc.

 Bien, solo nos resta añadir, que sea cual sea el estilo con que se cante, que seamos fieles, que no le pongamos más postizos ni más añadidos. Así nuestra Saeta Cuartelera, seguirá siendo “Saeta Llana y Antigua”.

 Fdo: Miguel Martín Flores

Vocal de la Asociación “Amigos de la Saeta Cuartelera”

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