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Historia del Imperio Romano
Por Rafael Fernández Reina
rafafernandez
Articulo publicado en la revista “El Pontón dedicado al fallecimiento de Manuel Berral Morillo.

En estos momentos de inmenso dolor por la dolorosa e inesperada desaparición de Manolo, quiero recordar un poco su faceta como Romano uno de los tres pilares fundamentales de su vida: su familia, el trabajo y el Imperio.

Para Manolo Berral, el Imperio fue su gran ilusión, vivía todo el año como Romano, ya que se sentía orgulloso de “Ser Romano”.

Ingresó en el Imperio el 3 de mayo de 1973, siendo presidente Francisco Baena Jiménez, siguiendo los pasos de su padre Manuel Berral Ruiz, hizo de eslabón entre dos generaciones de Romanos, los veteranos y la juventud que se fue incorporando justo detrás de él, se ve que su destino sería unir tabla alta con tabla baja, con su trato siempre correcto para todos no salía una mala palabra de su boca, su grito de guerra era “Viva el amor”. Durante su estancia en Madrid no perdía ninguna junta haciendo del Hotel Xenil su residencia en Puente Genil, hasta que por el año 1988 ya se instala definitivamente en el pueblo, es entonces cuando se encuentra así mismo ,su estabilidad emocional y se entrega mas si cabe por todo lo que huele a Romanos y a Semana Santa.

En el año 1975 se le adjudica el traje de la Escuadra Verde procedente de Manuel Estepa Aguilar, traje que a los tres años cede a su tío Domingo Morillo y desde entonces entra a formar parte de la “Escuadra Cardenal” junto a Romanos de gran solera que le inculcarían el amor a la corporación, como Manuel Baena Castellanos, Francisco Baena, Antonio Delgado, José Porras, Justo Estrada Chacón, Lorenzo Carmona, José Cejas etc.

Perteneció a la Junta Directiva en numerosas ocasiones, destacando como miembro del equipo de abastos, donde se notaba su toque elegante y fino en cada plato, creó recetas desconocidas para nosotros como los “espárragos canarios” y algunas más. También fue varios años asesor del presidente durante mi segundo mandato y miembro artístico.

En 1998, fue un año especial para él, cumplía 25 años en la corporación por lo que le fue impuesta la Medalla de Plata y además la Junta directiva le dedicaría el pasodoble “El Canario” junto con el dedicado a Rafa Montero “Villa Jesús”.

En la actualidad Manolo estaba en el nº 18 de antigüedad como activo, seguía sin perderse una junta  y participaba activamente en todas las decisiones de la corporación. Durante la cuaresma del año 2005, el sábado de tentaciones, durante la visita de Los Samaritanos rebozaba vitalidad entregándose completamente a que fuera para ellos un día inolvidable. Lució el cabo de la 2ª subida a Jesús, compartiéndolo con Rafa Crespo. El siguiente sábado, a mediodía y como viene siendo habitual estos últimos años,  fuimos a Los Evangelistas donde somos invitados por uno de sus decanos, Pepe Rubio, el cual nos recibe y abre su corazón cada año.

Y cómo no, asistió al 7º Encuentro Coro – Grupo de música, saliéndose poco antes de finalizar el acto, por lo que a la misma hora que nuestro presidente Antonio Pineda finalizaba sus palabras y daba paso al grupo de música a interpretar el Gloria al Muerto, lo recogía Nuestro Padre Jesús Nazareno para que esta Semana Santa la compartiera con Él, y todos los que nos han precedido, allá en el cielo.

Que el Señor de la Humildad y M.S. de la Soledad lo tengan en su Gloria y le den fuerzas a Eva, a las niñas y a su familia para poder superarlo. En el Imperio nunca te olvidaremos.

Nota: Agradecemos a la Agrupación de Cofradías y a todas la corporaciones, las muestras de cariño y respeto la noche del Sábado de Pan y Peces,  durante la subida del Imperio Romano a Jesús, así como, el improvisado homenaje que se dio a Manolo durante las cenas del sábado y en las comidas de la Cofradía de la Humildad y de la Columna el Domingo.

Hº Rafael Fernández Reina
Archivero Consultor del Imperio Romano

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