Medalla de la Agrupación
Con este galardón y no existiendo otra distinción superior en este periodo en la Agrupación, fueron distinguidos dos hermanos: Don Fernando Estrada García Hidalgo y Don Juan Ortega Melgar, ambos en 1989.
Don Fernando Estrada García Hidalgo, 1989
Nacido en nuestra localidad el 5 de mayo de 1898, agricultor de profesión, ingresó en el Imperio Romano a la edad de 29 años después de pertenecer durante 10 a la corporación de los Dones.
Según cuenta Rafael Fernández Reina en un artículo publicado en la Revista de Semana Santa de 2009 sobre el mencionado hermano, sus primeros años en el Imperio coincidieron con una época de poco esplendor. Sirva como dato el hecho de que en la fecha de su ingreso solo contaba con 17 hermanos por lo que apenas se podía costear la música, formando solo dos escuadras, la Azul para los fundadores, y la Blanca para los lanceros. Gracias a su labor de entrega, destacando sus años de directivo (siete años de Vicepresidente y doce de Presidente) y conjuntamente con la de otro romano ejemplar, Luis Reina Porras, consiguieron forjar, poco a poco, los mimbres del esplendor actual de su corporación. De todas maneras, el principal motivo de la concesión de la Medalla, tiene que ver con la colaboración de Fernando Estrada con la Agrupación de Cofradías desde su cargo de Capitán, función que ocupó desde el 20 de febrero de 1966 hasta 1988. En 1962 se le concedió la Medalla de Oro del Imperio y el Grupo de Música, con el que mantuvo una relación ejemplar, le dedicó el pasodoble, “Presidente”. Hay que recordar que la actual Escuadra Tabaco (antes no tenía un color definido, sino que se vestían con trajes antiguos de diversos colores) se realizó bajo su auspicio, siendo estrenada en 1972.
Don Juan Ortega Melgar, 1989
Hombre de profunda fe religiosa, nació en 1908 en el seno de una familia manantera y artista por los cuatro costados. Trabajador incansable y silencioso, de los de poco ruido y muchas nueces, perteneció a bastantes cofradías, destacando su labor en la de Jesús Amarrado a la Columna por vinculación familiar. Fundó en 1925 su Primer Grupo, ocupó casi todos los cargos directivos de responsabilidad y fue protagonista en la restitución del culto en la ermita de la Veracruz, y de la restauración de la Virgen del mismo nombre y del Cristo de la Sangre, cotitulares de la cofradía. Fue promotor de la refundación de la cofradía de la Santa Cena, de la que fue Hermano Mayor y decano hasta su fallecimiento.
Fundó la corporación de los Samaritanos en el año 1952 en la ciudad de Córdoba, donde residió por cuestiones laborales durante algún tiempo, aunque siempre con Puente Genil y sus tradiciones en el horizonte de su día a día. Aunque de talante sencillo y austero (o quizás por eso), fue nombrado Presidente Honorario tanto de Los Samaritanos como de Judhit y la Degollación de San Juan Bautista, así como Medalla de Oro de sendas corporaciones. Por último, y no menos importante, hay que destacar su labor en los comienzos de esta Agrupación de Cofradías, en los albores de su creación. Le cupo el honor, junto con otros pocos adelantados, de ser impulsor de la misma.
Fuente: Libro L Aniversario Agrupación de Cofradías.. 2014