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Historia del Imperio Romano
Por Rafael Fernández Reina
rafafernandez
Miguel Salas Ariza en el Imperio Romano Un paso que dejo huella

     Allá por el año 1957, en la Junta del Día de la Cruz, siendo presidente de la corporación el hermano Fernando Estrada García Hidalgo, ingresó en el Imperio Romano Miguel Salas Ariza, procedente del cuartel de “El Cetro” en el que había compartido sus primeras experiencias mananteras junto a otros Romanos como Paco Yerón Reina, Rafael Fernández Velasco, Pepe Reina Reina, Eduardo Díaz, alumbrando a la Amargura; después de unos años de reflexión, a la edad de 25 años decide seguir los pasos de sus amigos de “El Cetro” e ingresar en el Imperio junto a Manuel Berral Ruiz, padre de nuestro recordado “Canario” y junto a Julio Antonio Muñoz Muñoz, que precisamente este próximo año 2007 recibirá la Medalla de 50 años ininterrumpidos en la Corporación, no sé, si siguiendo los pasos de su intimo amigo Pepe Rivas el cual había ingresado en la corporación durante la Semana Santa del mismo año.

Miguel Salas, desde muy pronto empezó a colaborar con los distintos presidentes en diversos puestos directivos, fue precisamente Fernando Estrada quien confió en él y le otorgó el puesto de Jefe de abastos durante seis años con gran acierto en su gestión y sucediendo a otro gran jefe de abastos como fue Juan Enrique Aguilar.

También ejerció puesto de secretario durante ocho años y de Vicepresidente en cuatro ocasiones, dos años con el Presidente Pepe Rivas y dos años con Miguel López.

Además de su labor como directivo, Miguel era un hombre emprendedor, colaborador en todo lo que se solicitaba y como no mencionar la excelente relación que a Miguel le unió con el grupo de música. Fue uno de los impulsores de la integración del grupo de música en la corporación, de la asistencia a la comida homenaje a la Mujer Romana, la creación de la Medalla de Plata a los hermanos que llevaran 25 años en la misma, así como, de la creación de la actual Escuadra Tabaco en 1971.

También intervino de manera decisiva en el Centenario del Imperio Romano en 1971, para lo cual no dudó en transformar su oficina de Estuchados “Salas” en una segunda sede del cuartel, con sus colaboradores trabajando en la fabricación del marco de madera con una foto del Imperio Romano que con tal motivo se regaló a todos los hermanos, corporaciones, cofradías e instituciones, así como de la comida que con tal motivo se celebro por todo lo alto en el cuartel.

Impulsó junto a otros hermanos la creación de la nueva escuadra oro viejo, como se  le llamó, al principio a la Escuadra Oro. Miguel perteneció a la Escuadra Grana desde 1961 hasta 1967, que se integró en la nueva Escuadra Oro, junto a romanos emblemáticos como: Luis Reina, Paco Yerón, Manuel Gálvez, Francisco Jiménez, Lorenzo Carmona, Miguel López, Antonio  Duclos, Antonio Pachón, etc. Fue cabo del Jueves Santo en la primera salida del imperio del año 1975, aunque normalmente portaba unos estandartines que él mismo, diseñaba y promovía junto con su inseparable pareja Pepe Robledo.

Hizo que se tallaran las águilas de madera de la mano de Vicente Estrada, no sin innumerables visitas a su taller de la calle Lemoniez, que se conservan en el cuartel y que cada año desfilan por las calles de nuestro pueblo en l  carroza del Rey Gaspar.

Fue también promotor desde el Imperio Romano con el Ayuntamiento de la Cabalgata de Reyes que a lo largo de los años se ha consolidado como de las mas importantes de la comarca, tuvo el honor de representar al Rey Gaspar en el año 1970.

En el año 1961 el grupo de música le dedicó un pasodoble y años después en 1982, su amigo Antonio Cuevas le volvió a dedicar otro pasodoble esta vez junto con su intimo Pepe Rivas al que se le tituló “Miguel y Pepe”con motivo de su permanencia durante 25 años y Medalla de Plata en la corporación.

Miguel, cuenta con innumerables anécdotas, desde su pertenencia a la “Peña el Gato”, donde cada noche del Jueves santo junto con otros hermanos, entre ellos, Antonio Velasco, Paco Muñoz, Eduardo Díaz, Antonio Aguilar, “El Chango” etc., esperaban la hora de la diana con un KAS que preparaban y se iban a visitar cuarteles y alguna que otra casa de hermanos, acompañados por su presidente Pedro Pérez (rabito).

La compra de una cocina, con la consiguiente bordería, que tuvo que solucionar al paso, las bromas a “el Chango, o al alpatana Blas, con el capitán Fernando Estrada, etc.

Y a pesar de llevar cerca de veinte años, que por diversos motivos, dejó de pertenecer a la corporación, después de alrededor de 30 años, como activo él, siempre a seguido siendo ROMANO y su huella perdura entre los que tuvieron la suerte de tratarlo y entre los que con el paso del tiempo hemos ido llegando y conociendo al Imperio, a través de lo que nos han transmitido de hermanos como Miguel y tantos otros que se nos fueron.

El Imperio Romano tuvo oportunidad de despedirse de él este año 2006 cuando el Domingo de Resurrección, en una acertadísima decisión de su capitán, Manuel Reina decidió parar la formación justo en la puerta de su casa, en la Cuesta Baena, donde él estaba esperando como cada día la llegada del Imperio junto a su hija Kiki. Allí el Imperio Romano al completo, ocupando prácticamente toda la calle, sin perder la formación sobre el mismo paso, la escuadra tabaco entono, el pasodoble “Enriquetilla”. Me consta que fue un trago difícil para todos, especialmente para ellos, Pero indudablemente fue un momento inesperado lleno de amor hacía él y su familia, que hacía escasos dos meses que habían perdido a su esposa y madre Esperanza, a pesar de todo, sacando fuerzas de donde ya le iban faltando, cada vez que el imperio pasaba por su calle, allí estaba él en el balcón para dirigirnos una sonrisa y saludo.

Ese día, fue la verdadera despedida de la corporación, al que había sido emblema de la misma, durante cerca de 30 años.

Con nuestro corazón abierto, quisimos aportar nuestro granito de arena para aliviar el dolor por la perdida reciente, que con este abrazo de la corporación no le quedara a él y a su familia, la menor duda que lo que sembró a su paso por el Imperio, no se ha olvidado y germinó y fructificó en este actual Imperio Romano, que hoy gracias a él y a muchos como MIGUEL SALAS ARIZA, tenemos.

Hº Rafael Fernández Reina
Archivero Consultor del Imperio Romano

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