El pasado sábado día 28 de junio, como es tradicional, La Corporación Bíblica Los Apóstoles celebraba su comida homenaje a la mujer apostólica, en la cual se le hizo justo reconocimiento a seis hermanos que celebraban sus 25 y 50 años en la corporación.

En un marco excepcional, como fue el cuartel del Imperio Romano, a las 22:00 se dieron cita los hermanos del apostolado con sus señoras y algunos  invitados de los hermanos homenajeados en esa esplendida noche.

Con la intervención del Presidente, Miguel Ángel Martin, dio comienzo la cena en la que el protocolo fue llevado por el vicepresidente Mario Martin, donde después de dar la bienvenida a los asistentes daba paso al primer presentador, Jose Carlos Martin que hizo una semblanza en el apostolado de su primo Miguel Ángel Martin, el cual cumplía 25 años de permanencia ininterrumpida en la corporación, recibiendo el pergamino que lo acredita y numerosos regalos entre ellos un Cristo del silencio elaborado con pan horneado, de parte de su familia y amigos.

Continuando con Rafael García Chaparro, que hizo la presentación del Hermano Jose Muñoz Aguilar integrante también del ingreso de 1989, recibiendo también el pergamino acreditativo por dicha efemérides, finalizando con la presentación que hizo José Luis Andújar, de los hermanos Joaquín Eugenio López Pérez y de Juan Miguel Granados Morillo, que desgrano el historial manantero y apostólico de los dos compadres e inseparables hermanos, Joaquín y Migueli, los cuales después de recibir el pergamino por sus 25 años, dijeron unas emotivas palabras recordando apóstoles que ya se fueron junto al Altísimo, así como a sus familias y amigos que los acompañábamos, siendo agasajados con algunos regalos destacando unos artísticos regalos, obra del artista Jesús Gálvez, figuras representativas en barro de Adán y Eva, el apóstol San Juan, y el apóstol San Felipe, además de numerosos recuerdos.

Una vez finalizada la entrega de los pergaminos a los cuatro hermanos, llegaría el plato fuerte de la noche,  la entrega de la Medalla de Oro a dos hermanos que han dado 50 años de su vida en activo a la Corporación de Los Apóstoles, Antonio Díaz Morales y  Miguel Martin Flores

Para la presentación de la Medalla de Oro de Antonio Díaz, había hecho un gran esfuerzo con su asistencia Enrique Aguilar Luque, el cual recordó el historial manantero de su cuñado Antonio, que procedente de Granada se ha integrado perfectamente en el apostolado, pasando anteriormente por Los Samaritanos. Antonio está íntimamente ligado a la figura de San Andrés, que viste prácticamente todos los turnos todos los años, gracias a la generosidad de sus hermanos. Por este motivo, regaló a la corporación una “Cruz de San Andrés” para que procesionara en años venideros.

Continuo la noche con la presentación, por parte de Pedro Rivas Bachot, de la Medalla de Oro de su hermano Miguel Martin Flores, al cual definió como el hermano de la humidad, de la caridad y del cariño, haciendo un extenso recorrido por las vivencias vividas durante tantos años en La Semana Santa, terminando catalogándolo como que Miguel son “Los Apóstoles”.

Su esposa Nieves Palos, le impuso la Medalla de Oro en la solapa recibiendo un gran número de regalos, destacando un óleo de Antonio Carmona, con la figura de San Simón, de gran calidad artística. Miguel comenzó dando tres veces gracias, las primeras para su hermano Pedro Rivas Bachot, agradeciéndole el dibujo que había hecho de él, las segundas gracias se las dedicó a su familia de sangre que le arropaban en el acto y las terceras gracias, a sus hermanos apostólicos, a antiguos y a los actuales de lo que dijo que había aprendido muchísimo de todos ellos, aunque también había habido hermanos que “han pasado pero no han estado” animando a los actuales hermanos a que persistan y sigan haciendo apostolado. Porque dijo, “ser apóstol es una de la pocas cosas serias que se puede ser en la Semana Santa de Puente Genil”.

La cena finalizó con las palabras del Presidenta Miguel Ángel Martin que dio paso al Sr Alcalde Esteban Morales el cual agradeció con un presente, el haber sido un privilegiado este año con el placer de poderse vestir de tambor la noche del Viernes Santo.

Una noche vivida intensamente por los hermanos del Apostolado y señoras, a la que fuimos unos privilegiados los que  tuvimos la suerte de asistir y poder vivir desde dentro, parte del sabor de una de las corporaciones más señeras de nuestro pueblo. Enhorabuena a todos.

Hº Rafael Fernández Reina
Archivero Consultor del Imperio Romano