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Visión Músical de la Saeta Cuartelera

LA SAETA CUARTELERA: UNA VISIÓN MUSICAL

 

     El número de estudios rigurosos sobre el origen de la saeta  es, en su acepción general, relativamente pobre- si lo comparamos con otros géneros musicales- dada la dificultad que entraña el análisis de cualquier forma de música popular. Con nuestra saeta cuartelera ídem de lo mismo, así, los pocos-pero muy interesantes- que existen(que yo conozca, los de nuestros paisanos Luís Melgar, Juan Ortega o Jerónimo Guillén), se basan en una perspectiva histórico-antropológica, echándose en falta un análisis musicológico, es decir, una visión musical que los complete y enriquezcan.

     Pues bien, el objeto del presente artículo es analizar nuestra saeta cuartelera desde una perspectiva musical, para así aportar, con mis humildes conocimientos musicales, un granito de arena que sirva para conocer más y mejor el genero musical autóctono más genuino que tenemos los pontanenses. Antes, intentaré explicar de la manera más sencilla, didáctica y breve posible  el concepto de “modalidad musical”, para  que así se pueda entender mejor, sobre todo por los no iniciados en conocimientos musicales, lo que desarrollaré acerca de la música de la saeta cuartelera.

     El modo o modalidad en música hace referencia a la manera de ser de por ejemplo una canción u obra musical, es decir, a su personalidad; así habrá canciones que oyéndolas nos transmitan alegría  y otras tristeza. La  música occidental se construye utilizando dos modos básicos (dos “personalidades”): el modo Mayor  que es alegre y vivaz, y el modo Menor que es triste y melancólico. Por tanto, si una canción está construida utilizando el modo Mayor, provocará alegría en los oyentes, y si lo está en modo Menor, todo lo contrario. ¿En que se diferencian técnica y estructuralmente ambos modos?, pues en la organización de los sonidos, me explico. Cuando un músico compone una obra musical, por insignificante que sea ésta, no lo hace al “libre albedrío”, sino  que se rige, aunque no sea consciente de ello, por unas normas estructurales básicas; para ello se basará en una escala musical, es decir, en una sucesión ordenada de sonidos diferentes, los cuáles serán su materia prima, como por ejemplo y haciendo un símil comparativo, lo son los ladrillos para la construcción de una casa. Así, si  pretende crear una canción alegre, utilizará una escala en modo Mayor, por ejemplo: “do, re, mi, fa, sol, la, si, do”-Escala de Do Mayor– caracterizándose ésta porque la distancia que existen entre cada unos de los sonidos  que la componen es de ½ tono entre el tercer/cuarto sonido y entre séptimo /octavo sonido, y de 1 tono entre el resto de sonidos conjuntos, es decir, entre do/re, fa/sol y la/si. En cambio si  elige una escala Menor -sensación de tristeza-, como por ejemplo: “la, si, do, re, mi, fa, sol, la”-Escala de La Menor-, la distribución de los medios tonos o semitonos será diferente, pues éstos se ubicarán entre el segundo/tercer sonido y entre el quinto/sexto sonido. Como se puede apreciar, la diferencia entre ambos modos está por lo tanto en la distribución de sus semitonos.

     Ahora bien, aquellos que crearon la saeta cuartelera-según  Juan Ortega procede de los cánticos que los monjes Franciscanos interpretaban en sus Vía Crucis durante los siglos XVII Y XVII-, que es un tipo de la denominada saeta antigua, ¿qué escala utilizaron, la escala Mayor o la escala Menor?, pues ninguna de las dos. Por propia experiencia, y gracias a mis estudios musicales así como a mi afición al análisis musical de la música popular, puedo asegurar, coincidiendo por cierto  con autores tan duchos  en la materia como el folklorista y músico García Matos, el musicólogo Hipólito Rossy, el guitarrista Manolo Sanlúcar y la musicóloga Lola Fernández entre otros, que la escala que utilizaron, el modo musical que emplearon sin ser conscientes seguramente  de ello, fue el antiguo Modo Griego Dórico-también denominado Frigio  Medieval-, el cual se basa en una escala, por ejemplo: “mi, fa, sol, la, si, do, re, mi”-“Escala de Mi o Andaluza”-, en la que la distribución de los semitonos, que es lo que determina como vimos antes la personalidad musical, no es la que aparece ni en la  escala Mayor ni en la escala Menor, sino diferente. En la escala Dórica, los semitonos aparecen situados entre el primer/segundo sonido (mi/fa), y entre el quinto/sexto sonido (si/do), otorgándole  esta circunstancia una particular personalidad auditiva  que es la que hace totalmente genuina, inconfundible y diferente a buena parte de la música popular andaluza -incluido nuestro Cante Jondo-, de las demás músicas occidentales basadas todas ellas en los ya mencionados modos Mayor y Menor. Veámoslo esquemáticamente:

 ESCALA MAYOR  ESCALA MENOR
8º sonido         DO 

(1/2 tono)

LA 

(1 tono)

  7º sonido          SI

(1  tono)

 SOL

 (1 tono)

6º sonido          LA

(1 tono)

 FA

(1/2 tono)  

5º sonido          SOL  

(1 tono)

 MI

  (1 tono)

 4º sonido          FA

(1/2 tono) 

RE

(1 tono)

3º sonido          MI

(1 tono) 

DO

(1/2 tono)

2º sonido         RE 

(1 tono)

SI

(1 tono)

1º sonido         DO    LA
ESCALA DÓRICA (escala de nuestra “cuartelera”)
8º sonido    MI

(1 tono)

7º sonido RE

(1 tono)

6º sonido DO

(1/2 tono)

5º sonido SI

(1 tono)

4º sonido LA

(1 tono)

3º sonido SOL

(1 tono)

2º sonido FA

(1/2 tono)

1º  sonido     MI

    

     El Modo Griego Dórico, base musical por tanto de nuestra saeta cuartelera, es muy anterior a los ya mencionados Mayor y Menor  que surgieron en los siglos XVI y XVII. No existe una teoría absolutamente contrastada sobre el momento de su introducción o aparición  en la Península Ibérica, todo son hipótesis. Yo destacaría  la del  prestigioso musicólogo Josep Crivillé i Bargalló que, en su interesantísima obra Historia de la Música Española, nos dice que “este modo musical entraría en la Península Ibérica  con la colonización griega que se inició en el siglo VIII a de J.C., formando parte de los 5 modos griegos que se utilizaban en la Antigua Grecia para componer canciones y melodías”. ¿Cuántas veces he oído a los estudiosos de la cuartelera mencionar el carácter primitivo, arcaico y antiguo de su melodía?, pues aquí queda sobradamente justificada tal afirmación. Así mismo puedo decir sin temor a  equivocarme, que la saeta cuartelera es una de las pocas formas musicales populares que quedan en Occidente, en donde el antiguo Modo Griego Dórico  aparece recogido en su forma más pura, primitiva y sencilla.

      Por último y para finalizar,  resaltar lo que el gran filósofo Aristóteles dejó escrito sobre el Modo Dórico en su obra básica  La Política: “otros modos, como el dorio, inspiran tierna dulzura”; y yo me pregunto: ¿no es lo que sentimos los pontanenses  cuando algún hermano de corporación entona una cuartelera dirigiéndose a nuestro patrón “El Terrible” la madrugada del Viernes Santo? ¿No es lo que percibimos en el encierro de Nuestra Señora de la Soledad cuando una multitud de hermanos mananteros rezan cantando a través de nuestras saetas cuarteleras?

 

Autor: Álvaro de la Fuente Espejo. Profesor de Educación Musical en el CEIP “JOSE MARÍA PEMÁN”.

Hermano de la Corporación “El Viejo Pelícano”

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