Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas
Para narrar la historia de esta Corporación Bíblica nos tenemos que remontar al último cuarto del siglo XIX, allá por el año 1.875, cuando un grupo de diez fervientes y anónimos pontanos, guiados todos ellos por el sentimiento y admiración hacia las tradiciones y costumbres de su querido pueblo de Puente Genil (y entre ellas su Cuaresma y Semana Santa), deciden fundar lo que hoy conocemos como la Corporación Bíblica de “Las Virtudes Cardinales”, corporación que se unía al carro de tantas otras que vieron la luz igualmente durante las citadas fechas y especialmente, como es el caso de ésta, las destinadas a representar a los después llamados “Símbolos de la Religión” , (figuras alegóricas de la tradición cristiano-católica: ángeles, sibilas, etc) para diferenciarlas de las figuras representativas del Antiguo y Nuevo Testamento y coetáneas a la misma.
No es tarea fácil testimoniar tales afirmaciones sino fuera por la indagaciones y estudios propios de diversos eruditos y expertos en la materia, unido claramente a la tradición oral y escrita de nuestra propia Corporación plasmada y recogida en sus cuatro libros de actas existentes que son indudablemente verdadera fuente del saber y de la historia de nuestra Corporación.
La Corporación Bíblica “Las Virtudes Cardinales“, tal y como hemos explicado anteriormente, se establece por tanto dentro de la historia de nuestra Semana Santa en 1875, representando por primera vez las “Virtudes Cardinales del hombre”, actitudes y reflexiones de la verdadera moral cristiana y que igualmente apuntaba Platón algunos siglos atrás dentro de su teoría sobre el conocimiento humano. Son cuatro: Prudencia , Justicia , Fortaleza y Templanza. Tales figuras alegóricas eran representadas por nuestros antepasados durante la particular celebración de la pasión, muerte y resurrección de del Divino Maestro en nuestro pueblo.
Durante el periodo comprendido entre l.875 y la redacción del primer acta del cual se tiene constancia en nuestra secretaria en 1.923 transcurre un periodo de tiempo de casi cincuenta años de silencio gráfico, medio siglo de cuya historia no conocemos más que pinceladas de breves datos recogidos por nuestro malogrado y querido Hermano José Tabares Sánchez, (secretario de la Corporación durante la década de los setenta y ochenta) y que fueron transmitidos a éste de manera oral de entre los Hermanos más ancianos que tuvo la gran suerte de conocer durante su periodo de estancia en la misma, como son por ejemplo los testimonios que a su vez recordaba el que fuera su presidente en los años veinte Don José Jiménez Aguilar. De este modo, los escasos datos que conocemos de la Corporación Bíblica en esos comienzos de la misma son por ejemplo que estaba compuesta por diez Hermanos, sirviendo la casa del Sr. Presidente como sede provisional del “Cuartel” durante la celebración de la Cuaresma y Semana Santa para sus juntas, reuniones sociales y “…poniéndose una frugal comida, que no ascendía a más de veinticinco céntimos, con pan y vino, llevándose las cuentas en unas libretas, las cuales se han extraviado”.
Tras esto y con fecha de uno de Abril de 1.923 podemos decir verdaderamente, que es el punto de partida de la historia de nuestra Corporación, ya que se levanta por primera vez el acta correspondiente al día antes indicado, dando comienzo así la historia escrita de nuestra corporación, gracias a la cual se tiene constancia de valiosísimos datos que nos servirán y nos guiarán para la narración y confección de la tarea que nos concierne.
Dentro de la década de los años veinte tenemos que hacer referencia a otro hecho destacado dentro de la historia de estas “Virtudes”, cual es la incorporación un año más tarde de cinco nuevas figuras bíblicas, creadas y confeccionadas para nuestra Corporación según hace constar el Hermano Presidente antes citado Don José Jiménez Aguilar para poder paliar la repentina muerte del presidente anterior y siendo ,seguramente, deseo del malogrado Don Emilio Albelda el poder sacar a la luz las nuevas Corporaciones a las que llamó “Judíos de Azote” y “Defensores de la Cruz” tal y como nos hace constar en acta del día trece de Abril de 1924 su insigne secretario Don José Carrillo e inscritas igualmente en los Archivos Municipales de la villa con su correspondiente reglamento firmado por todos y cada uno de los Hermanos componentes. Por tanto, la Corporación volvía a ver ampliada su nomenclatura con las cuatro Corporaciones en una y mezclando de igual modo “Símbolos de la Religión” con las recientemente creadas figuras del “Nuevo Testamento”. Fiel testigo de tal comunión entre Virtudes, Sibila, Judíos y Defensores es la siguiente fotografía de la época realizada el Viernes Santo de l.928, primer documento gráfico en antigüedad que poseemos en nuestro Cuartel.
Durante el transcurso de este lustro se nos hace mención por primera vez del domicilio social que la Corporación mantenía como Cuartel ya sea alquilado o cedido por algún familiar cercano como es el caso del primero que conocemos ubicado en la Avda. Manuel Reina en 1.943, (prácticamente a las afueras del pueblo construido de entonces) pasando a continuación durante 1.945 por la también calle Veracruz nº 13, desembocando ésta en la pequeña Ermita que lleva su mismo nombre, hasta llegar a una de las ubicaciones mas duraderas de la Corporación con casi veinte años de permanencia en la castiza calle de Santa Catalina nº 5 en 1946, corazón entrañable de la Semana Santa de Puente Genil y mediatriz entre el señorial barrio bajo de la villa y la pujante “Matallana” de arriba que ya entonces empezaba a despuntar.
Una de las cosas dignas de mencionar del la citada década es sin duda la voluntad y bondad de su simpar Presidente Don Lorenzo Estepa allá en el año 1946, el cual quiso recuperar una de las antiguas costumbres (por aquel tiempo ya desaparecida) de varias Corporaciones, el acta lo refleja de la siguiente manera:
[…] “…A continuación se preguntó sobre el acuerdo tomado en junta anterior con fecha…sobre la restricción del 20% con las demás Corporaciones…(que no voy a nombrar obviamente) El Presidente contesta que hechas las gestiones pertinentes, consultó con los Presidentes de…,de…y de…y con una elocución pasmosa dijeron que no estaban de acuerdo con semejantes proposiciones ante lo cual nosotros tenemos que conformarnos aún sintiéndolo de todo corazón con no poder verificar nuestros propósitos por no contar con el altruismo y buena voluntad que nos animaba a esta Corporación… Puente Genil, 14 de Abril de 1.946 (Domingo de Ramos)” .
Es en este periodo, todavía con el sobrenombre de “Las Virtudes Castillo” (con más de veinte años alternando entre los principales cargos directivos, y entre ellos el de Presidente) se podrían destacar varios eventos que resumirían la presente década dejando a un lado la cotidiana vida de la Corporación en los años indicados: Por orden cronológico tendríamos que hacer mención en primer lugar del ingreso del Hermano D. Manuel Rodríguez Riquelme “Malagueño” (actualmente número uno en antigüedad dentro de los Hermanitos activos de este Cuartel con treinta y dos años de permanencia) el tradicional Día de la Cruz de 1.970, el merecido Homenaje al referido y simpar Hermano Francisco Castillo con motivo de su XXV Aniversario en esta su queridísima Corporación el doce de Mayo de 1.974, produciéndose su salida definitiva debido a su avanzada edad tres años mas tarde en el 77, coincidiendo con la renovación y posterior firma del nuevo Reglamento interno, sustituyendo el antiguo existente que databa de 1.922 el tres de mayo del año setenta y siete y la aprobación y montaje por primera vez de la caseta de feria de nuestra Corporación en Agosto de ese mismo año (hecho que prácticamente se mantiene desde entonces hasta la actualidad para el disfrute de nuestras familias y simpatizantes).
Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de Las Lagrimas
Se les llama virtudes cardinales a las cuatro principales virtudes sobre las que giran o descansan las otras virtudes morales, a saber: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Aquellos que rezan el oficio divino encuentran que recurre constantemente lo que parece ser la primera aparición de la palabra cardinal aplicada a las virtudes. San Ambrosio, al tratar de identificar las ocho bienaventuranzas registradas por San Mateo con las cuatro registradas por San Lucas, hace uso de la expresión: “Hic quattuor velut virtutes amplexus est cardinales“. Poco después encontramos cardinal usado de la misma manera por San Agustín (Común de Muchos Mártires, tercer nocturno, segunda serie; también Migne, P.L., XV, 1653; S. Tomás, Summa Theol., I-II.79.1 ad 1). Que San Jerónimo también usa el término es una declaración que descansa en un tratado no escrito por él, pero publicado entre sus obras; se halla en Migne, P.L., XXX, 596.
Durante cualquier comida de esta Corporación es destacable la numerosa concurrencia de invitados ya sean hermanos pertenecientes a otras Corporaciones, amigos pontanenses, o incluso es bastante característica la afluencia de amigos de fuera de Puente Genil que sin duda enriquecen muchas las comidas de la Corporación. A todos se les ofrece turno de palabra para que puedan expresar lo que sienten.
Sibila de Cumas La Sibila de Cumas es una de las figuras más antiguas que desfilan en la Semana Santa de Puente Genil, siendo la de Cumas, la única sobreviviente de aquellas doce que se nombran por primera vez en las Actas de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en el año 1663 donde se dice que gastó la cofradía 48 reales “de doce rostros y cabelleras para las sibilas”, siendo de la misma época que las figuras de los Evangelistas (1661), los Apóstoles (1662) y los Ataos (1662). De la historia romana, se cuenta que la Sibila Cumana en tiempos de Tarquino el Soberbio presento al rey nueve libros, pidiendo por ellos 300 escudos, a Tarquino le pareció excesivo el precio y no lo aceptó. Por los seis restantes volvió a pedir la Sibila la misma cantidad de dichos libros, con la nueva negativa de Tarquino y vuelta a quemar otros tres, por parte de la Sibila, quien volvió a pedir los 300 escudos por los tres que quedaban. Considerando Tarquino que acaso hubiera cierto misterio en ello accedió a dar los 300 escudos por los tres libros que quedaban, que como cosa sagrada colocó debajo de la custodia de dos patricios en el Capitolio y eran consultados por los romanos cuando eran amenazados o sufrían debilidades. En tiempo de Sila, 83 años antes del nacimiento de Cristo, se produjo un incendio en el Capitolio y con el se quemaron los tres libros. Desearon los romanos reparar tan sensible perdida y se dedicaron a la recopilación de versos de las sibilas, llegándose a juntar hasta mil versos. De estos se extrajeron fragmentos que contenían claros vaticinios de la venida de Cristo y de su Rendición, que fueron apreciados por algunos Padres de la Iglesia y base de sus argumentos contra los gentiles. Con el tiempo, el numero de Sibilas ira reduciendo como se puede observar en el inventario de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de 1711, donde solo se nombran once, en el que nos dice que portaban como atributos escudos o tarjetas, nombrándose de nuevo en las cuentas de 1719 en la partida de gastos en los referente a “168 reales de zapatos que se dieron en el tiempo de esta cuenta a los ángeles y las sibilas”, posteriormente aparecen nuevamente las sibilas, en el año 1815, sin especificar el numero, llevándonos ésta a la referencia del prologo del Primer Libro de Actas de la Corporación, donde se fecha la fundación de las Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas en 1875, en la que nos aclara que “Como entonces salían muchas Sibilas, esta Corporación escogió la de Cumas, fundiéndose la misma en “Las Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas”, siendo a mi entender, la única sobreviviente por aquellos años. Será a finales del siglo XIX, cuando aparecen tres testimonios directos de cómo se desarrollaban las procesiones por aquel entonces, primeramente en la información que nos facilita Rodolfo Gil en el año 1895, donde hace referencia, por primera vez, de la aparición de la Sibila de Cumas junto con las Virtudes Cardinales, posteriormente, en el libro “Semana Santa de Puente Genil” de Miguel Gálvez, de 1899, donde nos indica que van desfilando, el Viernes Santo de mañana, tras la imagen de San Juan Evangelista y posteriormente será Miguel Eroles, en su Semana Santa de Puente Genil, de 1.908, cuando de forma poética nos dice: Podemos decir que la Sibila de Cumas es parte de las Virtudes Cardinales desde su fundación en 1875, siendo la única sobreviviente de aquellas que procesionaba Jesús Nazareno, siendo durante la segunda mitad del siglo XIX cuando aparecen muchas Corporaciones Bíblicas, rescatando de alguna manera aquellas figuras que habían desaparecido. Los ropajes que viste la Sibila de Cumas, se basan en las distintas representaciones pictóricas de la misma, siendo de gran parecido a un grabado encontrado del siglo XVIII, del que obtuvimos una copia gracias a la colaboración del Antonio Illanes Velasco. Como puede observarse viste largo túnico de terciopelo negro, cuya hechura data de 1983, rematándose este en la cintura por un fajín negro bordado en oro y enriquecido con pedrería, que se añadió en la década de los ochenta fruto del trabajo del que fuera hermano Manuel Montilla, en el pecho se remata con un escudo plateado donde aparece la inscripción “Sibila de Cumas”, realizado por el artista pontanés D. Jesús Mª. Cosano en el año 2000, que vino a sustituir otra anterior realizado en fundición y como calzado lleva una zapatillas del mismo color que el fajín con bordados en oro, realizados en la ciudad alicantina de Elche, en el año 2002, por mediación de nuestro hermano Francisco José Jiménez, que sustituyeron a otras similares que se encontraban en un estado de deterioro. El rostrillo, de gran extraordinaria belleza, fue realizado por Jesús Gálvez Silva “Chifarri”, en el año 2001, que reemplaza a otro del mismo autor del año 1984. Completa el conjunto una espectacular peluca rubia, de pelo natural, realizada en el año 2001 en Madrid, ocupando el lugar dejado por otra del mismo tamaño y color que con el paso del tiempo se había deteriorado bastante, terminándose el conjunto con una artística corona plateada, que fue restaurada en el año 1.998 en Lucena. La Sibila de Cumas porta en la mano derecha un báculo de plata, donde se apoya en su caminar por el mundo, que fue restaurado en el año 1998, en la vecina localidad de Lucena, y el la mano izquierda porta una copa de plata con siete serpientes para alejar a los pecadores que se enamoran de su hermosura en su caminar por el mundo. En la actualidad la Sibila de Cumas desfila el Viernes Santo, tanto en la mañana, la tarde y en la noche, antecediendo a las Virtudes Cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza),incorporándose tras la Imagen de San Juan Evangelista, el Sábado Santo desfila en la procesión del Santo Sepulcro, con la figuras Justicia y Misericordia y el Domingo de Resurrección volverá a desfilar con las Virtudes Cardinales en la procesión que cierra nuestra Semana Santa, la de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado. Para terminar decir que la Sibila de Cumas es la figura insigne de la Corporación, pudiéndola vestir solamente aquellos Hermanos que han superado su periodo de prueba y ya han sido bautizados, teniendo el honor de encabezar las Estaciones del Jueves Santo, el hermano que le tocase el vestirla el Viernes Santo de Mañana. Para esta Corporación es un honor poder contar con personaje simpar en la Semana Santa, estando en mente a largo plazo el poder incorporarle algunas de aquellas otras Hermanas Sibilas que ha perdido con el transcurrir de los años. Virtudes Cardinales Será en 1.875 cuando, según información que nos dan las Efemérides de la Villa de Puente Genil de Agustín Aguilar y Cano, cuando nombra la exhibición, por primera vez, en el Viernes Santo de mañana de siete figuras, que vestidas con propiedad y adornadas con atributos correspondientes representan la Fe, Esperanza y Caridad (Virtudes Teologales) y PRUDENCIA, Justicia, Fortaleza y Templanza (Virtudes Cardinales). Por lo que podemos suponer que nuestra Corporación se fundó ese año, ya que anterior a ese año las figuras bíblicas se habían independizado totalmente de la Cofradía de Jesús Nazareno. Ya no se tendrá referencia escrita de las Virtudes Cardinales, hasta finales del siglo XIX, cuando aparecen los primeros testimonios directos de cómo se desarrollan las procesiones, siendo trabajo de Rodolfo Gil (1.895), Miguel Gálvez (1.899) y Miguel Eroles (1.908) que recoge de forma poética la Semana Santa de comienzos de siglo. Será Miguel Gálvez, en su Semana Santa de Puente Genil, el que recoja, de forma mas exacta, el desfile de las Virtudes Cardinales, ya acompañadas por la Sibila de Cumas, en la procesión del Viernes Santo de mañana, tras la imagen de San Juan Evangelista, al que además acompañan los Apóstoles, las Virtudes Teologales, las Potencias del Alma, las Postrimerías, la Religión, los Dones del Espíritu Santo, las Virtudes Morales y las Tres Marías. También se recoge la procesión tal y como detalla Miguel Gálvez, en el 1.899, El Aviso nº403 de 16 de Abril de 1.919, continuando en el 2.002 en el mismo lugar, tras San Juan Evangelista (en la Semana Santa del 1.956 y del 2.002, no salió), paso que se vio completado con la incorporación de Nuestra Señora de la Cruz en el año 1.970. En la actualidad las Virtudes Cardinales desfilan los siguientes días: Viernes Santo de mañana, como ya se ha indicado, ocupando el mismo lugar por la Tarde para subir a la ermita de Jesús Nazareno para hacer las reverencias, en la procesión de la noche, no tenemos constancia sí algún año desfiló y luego dejo de hacerlo, pero si sabemos que se reincorporó definitivamente en el año 1.996. Tras no desfilar el Sábado Santo, el Domingo de Resurrección lo harán con todo su esplendor para dar cierre a la Semana Mayor Prudencia Como puede verse, la Prudencia, viste túnica color tabaco y capa y fajin de color ocre, cuya hechura data de 1.983, sustituyendo a otras de otro estilo de 1.959, tenemos que destacar el buen remate realizado en los bajos de la túnica, bocamangas y cuello, en encajes y fleco de oro, lleva en el pecho un escudo plateado con la inscripción “Prudencia” realizada por el artista pontanés Jesús Mª. Cosano, en el año 2.000 y que sustituye a otra similar de fundición. La figura calza unas zapatillas de color ocre (igual que la capa) bordadas en oro, del año 2.002, de la ciudad de Elche (Alicante), que sustituyen a otras lisas que se encontraban bastante deterioradas. Si nos fijamos en la parte posterior, damos cuenta del Rostrillo, realizado en el año 2.000 por Jesús Gálvez Silva (Chifarri), ocupando el lugar dejado por otro del año 1.984, tambien resaltamos una espectacular peluca de pelo natural de grandes dimensiones, imitando a otra anterior, confeccionada en Madrid en el año 2.001, y como remate una artística corona muy bien trabajada, que fue plateada en el año 1.998, en la ciudad de Lucena. Los atributos que porta son: en la mano derecha lleva una serpiente (conocida popularmente como “la bicha”) realizada en madera y cuero y pintada tal y como es una muy numerosa en Palestina, pareciendo en algunas ocasiones como de verdad dado lo sutil de sus movimientos, en la mano izquierda porta un magnifico espejo tallado en madera pintada en color oro y plata, encontrándose con algunos desperfectos por el paso del tiempo, estando en proyecto el restaurarlo o realizar otro similar en plata. La Prudencia es la virtud mediante la cual, a través del razonamiento ante cualquier circunstancia, discernimos y elegimos nuestro bien y el de los demás así como los medios correctos para realizarlo, es la regla recta de la acción, la cautela y la sensatez, es la reflexión y meditación antes de dar nuestros pasos y actuar. El prudente decide y ordena su conducta según el juicio de su conciencia. Es la virtud conductora que le indica a las demás virtudes la regla y la medida, gracias a ella superamos las dudas. El imprudente, a veces, pretendiendo hacer el bien, por necedad y falta de razonamiento y juicio suele “meter la pata”. Justicia Como puede verse, la Justicia, viste túnica color blanco y capa y fajin de color rojo, cuya hechura data de 1.983, sustituyendo a otras de otro estilo de 1.959, tenemos que destacar el buen remate realizado en los bajos de la túnica, bocamangas y cuello, en encajes y fleco de oro, lleva en el pecho un escudo plateado con la inscripción “Justicia” realizada por el artista pontanés Jesús Mª. Cosano, en el año 2.000 y que sustituye a otra similar de fundición. La figura calza unas zapatillas de color rojo (igual que la capa) bordadas en oro, del año 2.002, de la ciudad de Elche (Alicante), que sustituyen a otras lisas que se encontraban bastante deterioradas. Si nos fijamos en la parte posterior, damos cuenta del Rostrillo, realizado en el año 2.000 por Jesús Gálvez Silva (Chifarri), ocupando el lugar dejado por otro del año 1.984, tambien resaltamos una espectacular peluca de pelo natural de grandes dimensiones, imitando a otra anterior, confeccionada en Madrid en el año 2.001, y como remate una artística corona muy bien trabajada, que fue plateada en el año 1.998, en la ciudad de Lucena. Los atributos que porta son: en la mano derecha lleva una espada, en cuya empuñadura se puede leer la inscripción Toledo, lugar de origen, y una fecha en la que no se distingue bien si es 1.871 o 1.874, existiendo la leyenda, de que pertenecía al traje de gala de un alto cargo del ejercito de por aquel entonces, tal espada fue restaurada el año 1.998, dándole un baño en plata, en la mano izquierda porta una balanza siendo su empuñadura de madera y el resto de metal que fue plateado igualmente en Lucena en el año 1.998. La Justicia es la firme voluntad de dar a cada uno lo que es nuestro deber. De ella emana la virtud de la Religión que es el deber que tenemos de dar a Dios nuestro creador, nuestro amor y reconocimiento. Por la Justicia debemos respetar los derechos del hombre, comunes e iguales para todos, estableciendo unas relaciones humanas en armonía y equidad, no se trata únicamente de reivindicar para los demás unos derechos que muchas veces nosotros tampoco respetamos, ni de criticar a quienes no los respetan, sino de obligarnos a cumplir nuestro deber para que tales derechos se den a cada uno de nuestros actos. El justo se diferencia por la rectitud de su pensamiento y de su conducta con el prójimo, juzgando con justicia y desde la caridad, el amor y el perdón. Fortaleza Como puede verse, la Fortaleza, viste túnica color fucsia y capa y fajin de color morado, cuya hechura data de 1.983, sustituyendo a otras de otro estilo de 1.959, tenemos que destacar el buen remate realizado en los bajos de la túnica, bocamangas y cuello, en encajes y fleco de oro, lleva en el pecho un escudo plateado con la inscripción “Fortaleza” realizada por el artista pontanés Jesús Mª. Cosano, en el año 2.000 y que sustituye a otra similar de fundición. La figura calza unas zapatillas de color morado (igual que la capa) bordadas en oro, del año 2.002, de la ciudad de Elche (Alicante), que sustituyen a otras lisas que se encontraban bastante deterioradas. Si nos fijamos en la parte posterior, damos cuenta del Rostrillo, realizado en el año 2.000 por Jesús Gálvez Silva (Chifarri), ocupando el lugar dejado por otro del año 1.984, tambien resaltamos una espectacular peluca de pelo natural de grandes dimensiones, imitando a otra anterior, confeccionada en Madrid en el año 2.001, y como remate una artística corona muy bien trabajada, que fue plateada en el año 1.998, en la ciudad de Lucena. El atributo que porta es una columna salomónica, de metal plateado, que fue restaurada en el año 1.998 en Lucena y en su parte posterior sobresale una flor natural, que normalmente suele ser de alguna imagen que ya haya procesionado en Semana Santa, llevando en algún tiempo rosas de color rosa provenientes del paso de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, llevando incluso en alguna ocasión flores del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno. La Fortaleza es la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien, consiste en reafirmarnos en nuestra disposición de resistir las tentaciones y superar los obstáculos, hacer vencer el temor frente a las pruebas y persecuciones a las que estamos sometidos por el mal, nos hace capaces de la renuncia y del sacrificio de la propia vida por defender una causa justa. Templanza Como puede verse, la Templanza, viste túnica color azul y capa y fajin de color verde, cuya hechura data de 1.983, sustituyendo a otras de otro estilo de 1.959, tenemos que destacar el buen remate realizado en los bajos de la túnica, bocamangas y cuello, en encajes y fleco de oro, lleva en el pecho un escudo plateado con la inscripción “Templanza” realizada por el artista pontanés Jesús Mª. Cosano, en el año 2.000 y que sustituye a otra similar de fundición. La figura calza unas zapatillas de color verde (igual que la capa) bordadas en oro, del año 2.002, de la ciudad de Elche (Alicante), que sustituyen a otras lisas que se encontraban bastante deterioradas. Si nos fijamos en la parte posterior, damos cuenta del Rostrillo, realizado en el año 2.000 por Jesús Gálvez Silva (Chifarri), ocupando el lugar dejado por otro del año 1.984, tambien resaltamos una espectacular peluca de pelo natural de grandes dimensiones, imitando a otra anterior, confeccionada en Madrid en el año 2.000, y como remate una artística corona muy bien trabajada, que fue plateada en el año 1.998, en la ciudad de Lucena. El atributo que porta es una jarra, o bien de cristal con remates en metal dorado, considerada una verdadera reliquia por su antigüedad, o bien una hermosa jarra de plata, que fue restaurada en el año 1.998 en Lucena, siendo libertad del Hermano que la vista el elegir entre una y otra. La Templanza modera la atracción por los placeres mundanos y procura el equilibrio en el uso de los bienes que nos rodean, es el dominio de la voluntad sobre los instintos. El moderado y templado no se deja arrastrar por sus pasiones y orienta hacia el bien sus apetencias |